
Si la inocencia en el hombre es algo negativo, en la mujer es la esencia de la vida.
" Soren Kierkegaard "
Días después seguimos saliendo
juntos, a desayunar o a comer, pero dentro de la plática siempre tocábamos el
punto de las ataduras y la sensualidad de estar atado. (La práctica del bondage
en lo personal es atar a la sumisa y hacer sentir las sensaciones más ocultas
de ella, explotarlas al máximo hasta llegar al clímax del orgasmo, despertar
sus cinco sentidos y sensibilizar sus partes erógenas) ella a su vez se
mostraba más interesada en saber el cómo y que se sentiría.
En un día como cualquiera salimos
a comer a un restaurant, todo iba bien hasta que terminamos de ingerir nuestros
alimentos, ella se me quedo viendo fijamente... desafiante y le pregunte que si
estaba bien y ella solo guardo silencio, un muy largo silencio, y cuando decidió
decir algo, dijo “quiero que me enseñes como lo haces, llévame contigo y as de
mi lo que quieras, te lo pido por favor... te lo suplico, pues ya no aguanto
más, desde que estoy contigo no hago más que imaginarme lo que harías de mí ya
atada, todas esas ideas tuya las traigo conmigo día a día, por las tardes y
peor aún … de noche, no sabes que noches paso, son insoportables“ yo la mire un
poco desconcertado ya que no pensé que me lo pidiera tan pronto, pensé que
necesitaríamos conocernos un poco más. Ella una mujer muy bien formada de 27
años, 1.75 mts de estatura. Cabellera rizada, de rostro afilado, piel morena,
rostro hermoso y forma voluptuosas, labios delgados, pero bien definidos, ojos
negros y de una mirada muy profunda, casi desafiante. Yo ya esperaba esa
invitación ya que a mí también me gustaba, y aun mas, ya la soñaba desnuda y
atada. (Esa exquisita sensación de tener a una persona totalmente indefensa,
atada, de saber que tú puedes hacer lo que quieras y hasta donde quieras con
ella … sin que ella pudiera ni siquiera gemir, ya que la boca la tendría tapada
con una mordaza de bola negra), la vi fijamente y le pregunte "está segura
de lo que me estas pidiendo" y ella con aplomo y con una actitud bien
desafiante me contesto "si" y ya no dije más. Me puse de acuerdo con
ella para esa primera vez, después de esto me pareció ver sonrojado su rostro y
creo que el mío también de la emoción que me embargaba de imaginármela atada.
Llego el día en que tendría que
salir con ella, la cite a las 6:00 pm en un poblado muy campestre donde había
un hotel muy acogedor, en ese lugar había clima muy fresco. Prepare mi material
que usaría ese día, saque una maleta negra y ahí deposite varios metros de
cuerda de algodón de un grosor mediano, una seda negra, una mordaza de bola
negra, un vibrador, un cirio azul cielo, una rosa blanca, incienso y unas
pastillas de menta concentrada. Pude llevar más cosas, pero decidí hacer algo
sencillo, por ser la primera vez. Salí
5:30 pm en mi intrepid rojo cereza, llegue a una esquina, en ese lugar debería
yo de esperarla, pero ella ya estaba ahí de pie, todavía recuerdo de como iba
vestida, traía un vestido negro largo y entallado el cual solo dejaba ver sus
zapatillas negras, ese vestido estaba muy pegado a su cuerpo resaltando sus
senos voluptuosos, pero más me sorprendió el atado de dicha prenda a los
costados de su cuerpo, en los cuales se podía ver con toda claridad el hermoso
color de su piel morena, su cabello negro, frondoso y suelto (he de decir que
el día que nos pusimos de acuerdo, le puse como condición que para este día, se
pusiera zapatillas negras) y que decir de su perfume… a su perfume con olor a
vainilla, vaya contradicción para el mundo del bondage o bdsm. Después de que
ella subió, no cruzamos miradas y se hiso un silencio tenso pero agradable,
pues eran los nervios de saber que iba a pasar esta, la primera vez.
Llegamos en 30 minutos al lugar,
descendimos del auto y entramos al hotel tipo cabaña. la gente no dejaba de
verla, sin duda les gustaba. Ya en el interior de la recamara, el ambiente se
torno un tanto tenso, ella se sentó en la cama y se quiso quitar la ropa, pero
la detuve, y le dije "No quiero que te quites la ropa aun, solo te la
quitaras cuando yo te lo pida…" y continúe "quiero que te sientes en
el sofá y te relajes, acomódate y disfruta el momento" di media vuelta y
camine a donde había dejado mi mochila negra, de ella comencé a extraer y a
ordenar mi material que había traído, ella observo con asombro lo que de mi
maleta extraía, ya una vez presentado mi material, di vuelta y me dirigí al
baño, para cambiarme de ropa y ponerme una de color negro. Al yo salir del
baño, ella con una cara de desesperación me pregunto “que va a pasar
ahora” voltee y le dije “de todo, tu
arrodíllate al centro de la habitación y has todo lo que yo te diga" en
ese momento ella se levantó del sofá y se dirigió al centro de la habitación,
se paró y luego se arrodillo, después fui junto a mi mochila y tome el cirio
azul, me dirigí a ella y se lo di junto con un encendedor y le dije que lo
encendiera, así ella lo hiso, después le ordene que lo depositara en el piso,
ya hecho esto, fui a tomar una rosa blanca que deje a un lado de mi mochila y
se la di, a lo cual le dije " tómala con las dos manos y quiero que estés
de frente siempre a ese cirio azul y con la cabeza inclinada ante el" también
tome de mi mochila los inciensos y los coloque en cada esquina de la pequeña
sala, fui nuevamente a mi mochila y tome
una seda negra y camine hasta ella para
colocarme detrás, y con mucha delicadamente le cubrí los ojos, después de esto
le ordene ponerse de pie, le pedí la rosa, ella me la dio y la coloque a un
lado de nosotros, entonces comencé a recorrer con mis manos su cuello, hombros,
explore su cintura, recorrí morbosamente sus piernas hasta llegar a tocar sus
zapatilla color negro. me incorpore y me acerque a su oído y con una voz muy
firme le susurre al oído,
